
Caso 1: Suburbia y Crest
Vemos a una modelo que cambia de guardarropa mientras camina por alguna calle muy transitada por muchachos que casualmente usan traje. Todos se quitan el saco y lo extienden sobre el piso para que camine sobre ellos la susodicha. En otro anuncio de pasta dental vemos a otra modelo que quién sabe qué le dice a un muchacho y de pronto éste se quita el saco y lo pone a los pies de la señorita quien graciosamente lo pisa y se va.
¿Qué se nos ocurre? Que hay tiendas que venden trajes al 3 x 1. Que Suburbia también vende trajes. Que los trajes de los muchachos tenían piojos. Que la tintorería no es barata y que qué desperdicio. Que nadie se pone el saco.
Otro ejemplito: Hacienda y Viana

Luego sale la campaña de Hacienda en la que otras personas -no sabemos si vienen o van a comprar un refri o un colchón- se esconden poniéndose bolsas en la cabeza (con dos hoyitos para los ojos) porque no han pagado o no quieren pagar o no han querido o no han podido o no saben cómo pagar sus recochinos impuestos.
¿Qué se nos ocurre? Deducir las compras de muebles. Poner módulos del SAT en las tiendas Viana para que definitivamente nadie vaya ni a escondidas. Que las devoluciones de impuestos se realicen en especie vía estufas, teles, lavadoras, etc. Que todos usemos bolsas en la cabeza para no pagar teléfono, cable, colegiaturas, luz, agua, pasaje, entradas al cine, etc.
Un último ejemplito: Gobierno Federal y Cruz Roja
Estos anuncios son de radio y los escuché en Reporte 98.5 que, dicho sea de paso, parece que no tiene anunciantes puesto que llenan todo su espacio comercial con spots oficiales y campañas gratuitas. Bueno, pues en ambos anuncios, tanto en el del Gobierno Federal como en el de la Cruz Roja, usan la expresión "Ayudar a quienes más lo necesitan", frase ultrasocorrida en los copys para referirse a quién sabe quién.
¿Qué se nos ocurre? Los eufemismos también sirven para evitar compromisos. Pueden decir "prometimos ayudar a quienes más lo necesitan, no a los pobres, no a los niños de la calle, no a los enfermos terminales, sino sólo y únicamente a quienes más lo necesitan". El relativismo nominativo existe. Quienes más lo necesitan son los primos de "quienes menos tienen". Hablando de chocolates yo podría ser uno de los que "más lo necesitan".
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